Pechugas de pollo a la naranja con toque de anís
Hoy os traigo una receta casera de cocina que estoy segura que a todos os gustará. Aunque al principio os puede sonar extraña la combinación de la naranja con una especia de sabor muy contrario como es en este caso el anís, o podría ser el azahar y la canela, y es porque actualmente estas mezclas se utiliza sobre todo en postres: rosquillas, bizcochos o incluso flanes, como el que hicimos la semana pasada. Pero este tipo de cocina, en platos salados, es un arte milenario, traído a la península por los pueblos que nos visitaron y nos dejaron una riqueza gastronómica sin precedente.
Los cítricos como las naranjas contienen vitaminas y minerales en abundancia muy beneficiosas para la salud, son desinfectantes y depurativos, tienen un alto contenido en fibra, nos protegen contra los resfriados y, además favorecen la circulación sanguínea, por tanto, protege nuestro corazón y, por ello, nos convendría que las naranjas formasen parte de nuestra alimentación diaria, bien sea comiéndolas directamente o exprimiéndolas para beberlas o cocinando con ellas.
En España tenemos una amplia variedad y una excelente calidad de naranjas y mandarinas y a unos precios más que asequibles y con las nuevas tecnologías, prácticamente las recogen del árbol y te las llevan a casa. ¿No os lo creéis…? Entrad en http://www.naranjashoy.com/ ¿Qué?... ¡os lo dije! Ahora lavaros las manos, vamos a cocinar.
Ingredientes de las pechugas de pollo a la naranja:
- 3 pechugas de pollo
- Aceite de oliva virgen
- Una cebolla
- Un vaso de zumo de naranja recién exprimido
- Una cucharadita de anís machacado en el momento
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Paso 1.- Poner al fuego una sartén grande con un chorrito de aceite de oliva.
Paso 2.- Cuando esté caliente marcamos las pechugas de pollo, previamente lavadas, escurridas con un papel de cocina y cortada a lo ancho en rodajas de 1,50 a 2 centímetros. Recordad, solo marcad para sellar la carne y no pierda jugos.
Paso 3.- Retirar del fuego, apartar y reservad.
Paso 4.- En esa misma sartén, echamos más aceite, unas 4 cucharadas y calentamos a fuego medio y es entonces cuando echamos la cebolla cortada muy fina.
Paso 5.- Pochar la cebolla cuidando que no se queme.
Paso 6.- Una vez hecho esto: echamos el anís y revolvemos un minuto tras los cuales incorporamos los trozos de la pechuga que teníamos reservados. Salpimentar al gusto.
Paso 7.- Movemos unos minutos para que coja color y volcamos por encima el zumo de las naranjas. Bajamos el fuego y dejamos hacer unos minutos.
Ya sabéis que el tiempo depende del tamaño de los trozos pero como siempre y os recomiendo que no paséis la carne. Con 3 minutines máximo, revolviendo con cuidado, para que se mezclen los sabores cítricos de las naranjas, dulce, de la cebolla y, el anisado, obviamente del anís, es más que suficiente.
Buen provecho.
Nota.- Podéis aprovechar las cáscaras de las naranjas para rallarlas y congelar en cubitos con leche. Lo normal es que rallemos la naranja en el momento de su uso, el sabor y el aroma cambia, pero si no os quedan, en un determinado momento… ¡qué sabemos que los hay!, te saca del apuro. Luego lo atemperáis y lo incorporáis al flan o al bizcocho durante la preparación tan ricamente.
RECETAS CASERAS. PECHUGAS.
Guardada, me gustan estos sabores ;)
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